Objetivos

Este blog tiene el objetivo, de dar a conocer las actividades y facilitar la comunicación del grupo de Mayores Telefónica en Zaragoza, para animar a los compañeros a participar en ellas.

viernes, 30 de noviembre de 2018

Socios homenajeados en 2018

                  Homenaje a nuestros socios Mayores de 80 años
En el spot anterior Jesús Iglesias ha incluido un precioso reportaje fotográfico que Angel Gimeno, en calidad de colaborador, le ha pasado. Una muestra más de la unidad que reina en nuestra Asociación del Grupo de Mayores. Todos colaboramos de una u otra forma para que la noticia cultural llegue a los socios de la forma más sencilla y comprensible.
Hasta el momento os han llegado las fotos tan expresivas de un momento feliz, ahora Enrique os llevará un poco de la historia de este evento esperando que os guste, digamos que Jesús Iglesias os ha llevado la "música" y Enrique os llevará la "letra" cómo si se tratase de una canción que comprende las dos partes esenciales de una perfecta comunicación.
El homenaje se inició con el relato sobre la peripecia de nuestro amigo Santiago Mochales Traid que inició su caminar profesional en Zaragoza (1965) donde no le exigieron prueba para el acceso ya que entonces aprendían acompañando a otro compañero. Su área de trabajo se extendió a Soria, Agreda, Calatayud, Daroca incluso tuvo desplazamientos hasta las Cinco Villas, es así un buen conocedor de Aragón. Nos cuenta que entonces la edad límite para ingresar en Telefónica era 27 años y que incluso hubo alguien que cambió la fecha en el DNI a fin de poder ingresar. 
                       Aquí le acompaña Generoso Lacasta, un gran amigo que entrega el regalo
Conoció en su atención a las cabinas las formas que algunos utilizaban para defraudar en el uso de las mismas, Moneda con un hilo para tirar de el y seguir hablando gratis, El uso del mechero Magiclic que con sus chispas simulaba monedas y otro que no conocíamos casi nadie, este era el fraude de los camioneros que daban tres golpes al teléfono y aparecía un saldo parar hablar de 600 pesetas. Todas estas formas fueron resueltas a través del tiempo por nuestra ingeniería. Terminada esta fase Santiago pasó a ejercer de despachador de averías donde estuvo diez años de los que guarda un buen recuerdo y quiere destacar la buena relación laboral que siempre tuvo con los compañeros y su jefe señor García Gimeno del que destaca su especial amistad.

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Pedro Toquero Josa, es otro de los que recibió con visible emoción el homenaje tras haber recorrido muchos y preciosos lugares por los que pasó a partir de su ingreso (1956) en Zaragoza, de aquí a Barcelona, donde hizo el curso de promoción, destinado a Vizcaya ejerce en Guexo y Santurce donde disfruta de las vistas al mar desde la central, un paisaje idílico.
De allí a Zaragoza, se incorpora al servicio militar con destino en la Red de servicios especiales, luego llega para Pedro una etapa vertiginosa, curso de promoción en Barcelona, regreso a Zaragoza, central de Aragón  y Delicias, y de aquí ya pasó a la Central Interurbana (CAI) donde fue compañero de Señor Ezpeleta y D. Cipriano Miguel que pronto pasaría a Delegado en Huesca dejando a Pedro dirigiendo la central.
                  Pedro recibe el regalo de manos de nuestro Coordinador provincial J. L. Valverde
De la calidad del trabajo de todo su equipo cabe destacar que esta central estuvo siempre entre las tres primeras de España en calidad del servicio. Todos los que estuvimos trabajando con Pedro fuimos afortunados al ocupar los primeros lugares en la clasificación de la calidad del servicio, algo que no olvidaremos por la satisfacción con que trabajábamos.
El plano deportivo o es menos espectacular, Pedro, y ahora su hijo, fue campeón de España de Vuelo sin motor que aprendió y practicaba en Monflorite (Huesca), los planeadores ascendían por impulso de una avioneta que les dejaba a una altura de 400 metros y luego navegaban cogiendo líneas de ascenso del aire (térmicas) que elevaban estos "pájaros gigantes". Ahora está la escuela en Santa Cilia de Jaca.
El ciclismo fue otra de sus aficiones y nos cuenta que su jefe, en Zaragoza, se lo tenía casi prohibido, no sabe por qué razón no quería su jefe que este deportista nato, Pedro, practicase lo que se ha dado en llamar el "bello deporte"
Enrique quiere añadir que en el plano familiar, Pedro es padre de familia numerosa y siempre le consideró como un "fiel esposo y generoso padre".  Así acabo el relato de unos momentos muy emocionantes.

José Mª Pérez Torrea, ingresa en Zaragoza, (1964) Construcciones, y en sus primeros años hubo de trasladarse por la geografía aragonesa, Jaca, Monzón, Ansó, (Huesca), luego Ateca y otros pueblos de la provincia de Zaragoza donde el número de altas era muy alto entonces, el desarrollo de las comunicaciones en Aragón llevaba un alto ritmo.
Quiere destacar el hecho de trabajar con Antonio Cortés que hacía muy agradable el trabajo. Ya
                          Conchita hace entrega del recuerdo a nuestro gran amigo José María
en Zaragoza, su trabajos se desarrolla en el área de Paúl  y Macanaz donde la nueva central dio lugar a un elevado número de altas cuando el barrio estaba en pleno desarrollo. De esta fase recuerda que al hacer la instalación de los cables en fachada, lo vecinos se quejaban de que  dejaban manchas negras producidas por la goma de las escaleras a lo que debían hacer frente con mucho cuidado y tratando de hacer con la mejor estética la instalación de forma que los vecinos ya clientes desde entonces quedaran contentos, cosa que conseguían normalmente.
Para instalar los amarres en la fachada utilizaban una pistola que clavaba los tornillos de acero con cartuchos rojos, amarillos y verdes en función de la dureza de la pared.
Quiere dejar constancia de su satisfacción por haber trabajado con Segundo García, capataz, que siempre le ayudó mucho en su trabajo haciéndolo muy agradable. Se prejubiló en 1998 y su jefe entonces, Sr. Meseguer, le propuso seguir trabajando un tiempo más que no aceptó.
Por último, quiere recordar que el Sr. Jovellar, antiguo presidente de la Asociación de Mayores, Grupo de Zaragoza, le hizo socio y hoy le ofrecemos el homenaje que tiene bien merecido.

Salvador Martínez Cañardo, inicia su camino telefónico en Barcelona (1963) donde estuvo destinado cinco años, tiempo en que cambió mucho la tecnología en su especialidad de cables que al comienzo tenían la cubierta de plomo para luego pasar a plástico lo que ofrecía la posibilidad de hacer el trabajo más sencillo por su inferior peso.


A la derecha de la fotografía Salvador Martínez

Nos ha resultado muy simpático su relato sobre la forma en que detectaban entonces la presencia de gas en las cámaras de cables. Para ello llevaban una pequeña jaula con un hanster y lo metían en la cámara, le observaban a ver si daba síntomas de mareo, si había gas quedaba denunciado y había que tratar de ventilar la cámara donde se trabajaba. Después cambiaron por un periquito y la misma observación, ver si daba síntomas de mareo. Modernamente utilizaban unas pastillas que al contacto con el gas cambiaban el color y esto denunciaba la presencia de gas.  Estando en Barcelona trabajó en distintas localidades, Manresa, Tortosa, Tarragona y otras, además de prestar servicio de atención a los problemas que generaba la construcción del edificio del Corte Inglés en la plaza Cataluña.
En los años 1980 llega destinado a Zaragoza y colaboró en los trabajos de automatización de las centrales de Tauste entre otras y en Huesca las de Graus y Barbastro, además de Soria.
Llegado 1998 se jubiló a la edad de 60 años y comenta que la Seguridad Social, entonces, regalaba cinco años de cotización a los nacidos en 1938 y que nuestro amigo Salvador no pudo aprovechar porque sólo era para los jubilados a los 65 años. 
Hoy te ofrecemos el homenaje que mereces, homenaje de amistad y solidaridad.

Fancisco Vilafañe Boloix, inicia su andadura en Barcelona, (1956) y su peripecia es de lo más impresionante por los momentos que le tocó vivir cuando la automatización estaba aún en mantillas. En Barcelona estuvo destinado en la Central Interurbana que incluía el Cuadro donde el tráfico interurbano pasaba a través de una multitud de operadoras telefonistas que se sumergían en un mar de clavijas y luces, aquello era impresionante por sus dimensiones y la cantidad de telefonistas, jefas y todo el equipo humano que no descansaba nunca hasta conseguir la comunicación con el resto de España y el resto del mundo en menor medida.
                         Francisco recibe el regalo de manos de nuestro Coordinador  J. L. Valverde
De su paso en quince años recuerda muy especialmente los momentos tremendos que llegaron con el incendio de la Central de Cataluña (Barcelona) que se inició en el mismo Cuadro Interurbano, comenzó a salir humo por los jacks y en breves momentos alcanzó el fuego unas dimensiones gigantescas, tuvo que dar la voz de desalojo en emergencia y todas las personas salieron despavoridas por las escaleras buscando unos a otros en la calle para ver si alguien se había quedado entre el infernal humo. Pronto se pudo constatar que nadie había quedado dentro y se pudo tener la primer alegría. La actuación de los bomberos ya sería algo para la historia.
La vida sigue y nuestro protagonista se traslada a Bilbao donde ocupa un destino similar a Barcelona lo que facilita su acoplamiento rápido. 
Tras la promoción llega a Zaragoza (1971) donde es acoplado en la Central Interurbana y  Cuadro Interurbano, en Aragón. Aquí colabora también en la dirección de la Central Urbana hasta que fue sustituida por la nueva central digital que ahora disfrutamos y disfrutan los clientes ya que la anterior estaba ya agotada y amortizada.
Actualmente, dedica su tiempo al estudio de la lengua francesa, que le apasiona, atención a la familia y  perfeccionar los conocimientos de informática de la que es un buen especialista.
Hay que mencionar también una faceta que desconocíamos la mayoría. Nuestro amigo Paco es un experto en filosofía de la amistad, tiene un sinfín de mensajes llenos de sabiduría en esta materia que resultan especialmente ilustrativos de su rica personalidad y su elevada cultura.

Miguel Val Escartín, este amigo es algo único dentro de lo podemos catalogar como una persona con pleno dominio de la comunicación humana. 
Miguel, en 1957 contaba con 19 años, un chico inteligente, vivaz, altoaragonés y tantos otros calificativos que imaginarse pueda. Con esta edad no se podía ingresar en Telefónica; pero una milagrosa fortuna llega hasta el chico Miguel. Con ocasión de la inauguración de la central de Sallent, su padre entabló amistad con el Consejero Delegado, D. José María, le expuso el ferviente deseo de ingresar el chico en Telefónica y no podía por razón de la edad a lo que D. José María contestó con las palabras que esperaba oír el padre. Tu hijo Miguel va a entrar, tendrá que pasar una prueba y nada más. Dicho y hecho, el examen superado.
                                Una foto y dos sentimientos, alegría de Ilda y profunda emoción de Miguel 
Miguel es una personalidad que no ve el fin para contar simpáticas anécdotas de sus andanzas, me cuenta que en Sallent hubo una bajada de temperatura hasta 24 grados bajo cero lo cuál hizo que explotasen las bombillas de su casa y, ante la necesidad de seguir con la preparación, tenían que echar leña al fuego de la cocina y aprovechar su luz.
 No fueron menores las dificultades cuando ingresó ya que no tenía entonces seguridad social, tenía una mano lesionada, en mal estado y gracias a un médico que le curó pudo seguir trabajando y dejar atrás un dolor insoportable. Entre sus muchas hazañas me cuenta que en un invierno helador, entre Valdelinares y Linares de Mora, se perdieron con un compañero y tuvieron que caminar por la nieve en un ambiente gélido como es el de Teruel, atravesaron un pequeño río y se mojaron totalmente, peor no podía ser, por fin alcanzan el pueblo y unos vecinos que les dieron cobijo al verles en situación tan calamitosa, mojados totalmente, hicieron una buena fogata para secarse hasta la ropa interior lo que llevó a los padres de las tres niñas que tenía aquella familia a dormir aunque ya había entrado la noche mucho antes.
El milagroso fuego les secó la ropa y pudieron vestirse con la normalidad que el momento ofrecía. Este pasaje de su vida podemos calificarlo como "tiempo heroico" sin temor a exagerar.
A partir de 1962 se traslada a Barcelona para dar altas, allí recibían jugosas propinas que les permitían vivir bastante bien en la gran ciudad.
Desde la jubilación dedica su tiempo a la familia y a la música que es su hobby.
Para terminar el homenaje nos cantó dos jotas con su perfecto estilo y así pudimos disfrutar todos de su amabilidad, simpatía ilimitada, sensibilidad artística, amistad y calidad humana.

Terminamos con nuestro sincero agradecimiento a todos los participantes que habéis querido acompañar a los homenajeados con vuestra presencia, vuestro aplauso y vuestro cariño.

                                                                              La Junta Directiva


                                                                                                           Zaragoza novbre. 2018












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