EL PESIMISMO
El pesimismo es una teoría de la realidad la cual es aprendida de padres, maestros, incluso hasta de los medios de comunicación. Tiene consecuencias bastante terribles, ya que la persona pesimista es propensa a ser depresiva, a tener un rendimiento más pobre en los estudios, en su trabajo, en el uso de su talento. También tienen un peor estado de salud que los optimistas. Ser pesimista tiene un alto costo emocional, en conclusión es doloroso.
Quienes están en riesgo de ser depresivos creen que las causas de los malos eventos que ocurren son permanentes, como esta causa siempre está presente de acuerdo a lo que piensan, entonces los malos eventos van a volver a repetirse. Si la persona piensa acerca de las derrotas, los rechazos y los desafíos en términos de SIEMPRE o NUNCA estamos ante un estilo explicatorio pesimista. El pesimista cree que los buenos eventos tienen causas temporales, que seguramente no se vuelvan a repetir y si algo bueno sucedió fue simplemente un golpe de suerte.
Los pesimistas ante una decepción, fracaso, suelen catastrofizar, si una parte de su vida está mal automáticamente TODO está mal, lo que sí funciona pierde fuerza en un segundo, lo desdeñan. Los malos eventos son globales en el sentido que tienen el poder de arruinar absolutamente el resto de las cosas que de repente sí están funcionado. Un fracaso laboral será suficiente para llevarse mal con la pareja, una ruptura será suficiente para pensar que su vida no tiene sentido.
Los pesimistas suelen culparse a sí mismos por todo, lo que los conduce a sentirse mal, incluso en aquellas situaciones donde claramente son inocentes, les cuesta evaluar correctamente la realidad. El veredicto suele ser en su contra, si no existen pruebas fehacientes, las inventan, tuercen los hechos de manera tal que se convencen a sí mismos de que están en lo cierto.
Si los fracasos son explicados desde el punto de vista pesimista, producen pasividad y desesperanza ante un nuevo desafío, por eso es probable que se rindan fácilmente y pierdan experiencias interesantes.
El pesimismo puede surgir gracias a la influencia genética, a la manera de interpretar la realidad aprendida de los padres, las críticas pesimistas ejercidas por familiares o maestros, experiencias dolorosas sobre las cuales no tuvieron control.
El estilo explicatorio pesimista es una herramienta letal en nuestro camino de felicidad, es una trampa que nos hacemos a nosotros para creer que no hay salida, que todo nos saldrá mal, que jamás podremos cambiar. Pero como toda trampa, siempre tiene una salida y en este caso en particular sería aprender a ser más optimista. La buena noticia es que sí se puede, solamente hay que estar dispuesto a aprender una perspectiva distinta con respecto a las causas de nuestras experiencias, hay que cultivar la esperanza, hay que aprender a respetarse y a cuidarse. Sí se puede ser feliz, ¿te atreves?
Tipos de pesimismo
Pesimismo psicológico, una actitud anímica amarga ante la vida y ante la realidad.
Pesimismo defensivo
El pesimismo defensivo, según Cantor, se refiere a una estrategia cognitiva consistente en mantener bajas expectativas para un rendimiento próximo, aunque en el pasado se haya obtenido un buen rendimiento en situaciones similares. Estas expectativas negativas actuarían amortiguando el golpe de un potencial fracaso. El pesimismo defensivo es, pues, una estrategia para prepararse para los sucesos estresantes o negativos y además, se entiende como específico de la situación y relativamente cambiable.
El pesimismo defensivo se asocia con buen rendimiento. Mientras que los optimistas consiguen un rendimiento óptimo focalizándose en pensamientos relacionados con la tarea, lo que hacen los pesimistas defensivos es repasar mentalmente lo que les puede ocurrir, con especial atención en los problemas que puedan encontrar, y en función de esto, trabajan duro de cara al rendimiento próximo. Estas personas, por tanto, a pesar de tener expectativas negativas, no utilizan el afrontamiento evitativo, sino que emplean estrategias dirigidas directamente a solucionar el problema.
Los pesimistas defensivos tienen alta ansiedad, pero la estrategia de bajada de expectativas parece ayudarles a ganar sensación de control y seguir esforzándose cuando se sienten ansiosos. Lo que hacen es defenderse del impacto negativo del fracaso bajando sus expectativas, lo que les permite controlar la ansiedad y trabajar para conseguir la meta propuesta.
Las estrategias son flexibles y dependen del contexto y dominio, por ello, los estudiantes que son pesimistas defensivos en el ambito académico no necesariamente emplean esta estrategia en otras esferas de su vida, como las relaciones interpersonales.
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